NACIONALISMO, PROCESO DE UNIFICACIÓN Y DESARROLLO INDUSTRIAL (QUINTO DE SECUNDARIA)
EL NACIONALISMO, PROCESO DE
UNIFICACIÓN Y DESARROLLO INDUSTRIAL DE ALGUNOS PAÍSES COLONIALISTAS
1.
UNIFICACIÓN ALEMANA:
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No
estaba definida geográfica ni étnicamente, estaba formada por diversas naciones
y nacionalidades como Baviera, Sajonia, Hanover, Baden, etc. sometidos por el
mercantilismo de Austria y Prusia, ante la inoperancia de la Confederación
Alemana.
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El
nacimiento de Alemania es un proceso que culmina con la unificación política de
esta, que está ligado a Prusia, en especial al desarrollo económico que tendrá
ya que su avance económico será el soporte por el cual la burguesía prusiana
logrará cohesionar a aquellas fuerzas que le servirán en la consecución del
proyecto unificador.
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Desde
1834 los Estados alemanes, con excepción de Austria, habían suprimido las
barreras aduaneras internas denominadas el Zollverein, esto generó en todas las
regiones ventajas comerciales incalculables en especial en Prusia. A partir de
1835 la renovada unión aduanera, de la que Austria estaba excluida, permitía a
los diversos Estados de Alemania ingresar a una modernización económica efectuándose
así su entrada a la era capitalista.
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Las
grandes zonas industriales de Sajonia, Silesia y Renania-Westfalia iban
organizándose y surgían los poblados obreros, los altos hornos y humeantes
chimeneas de las fábricas Krupp y Borsig.
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El
Reino de Prusia con el Rey Guillermo I y
su ministro Otto Von Bismarck (“El canciller de Hierro”) inician la lucha y
consolidan la unidad nacional después de la guerra franco-prusiana, que fue una
guerra fácil para ellos. Finalmente el 18 de enero de 1871 en la Galería de los
Espejos del Palacio de Versalles Guillermo I de Prusia es proclamado Emperador
de Alemania, con ello el segundo Reich había nacido con una confederación de 25
naciones cuya cabeza era el Káiser (emperador) teniendo como centro a Prusia.
2.
UNIFICACIÓN ITALIANA:
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Durante
el siglo XIX la burguesía tuvo que luchar frente a fuerzas opositoras (nobleza
aristocrática, rezagos feudales, fraccionamiento político, etc.) en esas
luchas, la burguesía enarboló diversas consignas para justificar su accionar y
conseguir el apoyo de las masas; una de estas consignas fue el nacionalismo.
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Italia
fue uno de los claros casos de unificación política motivados por el desarrollo
de las ideas y los sentimientos nacionalistas del siglo XIX. La unificación
política de la península implicaría, para la burguesía (en especial de la
región del norte), mayores mercados, recursos y fuerza laboral; sin embargo,
ese deseo de la burguesía chocaría con los intereses de sectores dentro de
Italia (papado, monarquías, aristocracias, etc.), como también de fuera
(imperio austriaco, en especial).
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En
este proceso fue un reino el que actuó como agente unificador y ese fue
Piamonte-Cerdeña ya en 1860, mediante plebiscitos, Toscana, Parma, Módena y
Romaña votaron por su anexión a Piamonte. Entre tanto, las acciones del
patriota Giuseppe Garibaldi ganaron para la causa unificadora la isla de
Sicilia y luego Nápoles.
3.
SITUACIÓN EN LOS BALCANES:
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En
Turquía la férrea dictadura de Abdülhamit II impulsó el surgimiento de un grupo
de intelectuales y liberales conocidos como los Jóvenes Turcos, quienes buscaron limitar el poder de la burocracia.
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En
1908, los Jóvenes Turcos ascienden
al Parlamento, y establecen una dictadura con represión de las nacionalidades
no turcas, que posteriormente se sublevan.
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Las
pugnas con el Imperio ruso llevaron a una guerra que terminó con la imposición
del Tratado de San Stefano en 1873, con el que el imperio otomano perdía sus
dominios europeos salvo Estambul. Con apoyo ruso se independizan Rumanía y
Bulgaria, Bosnia y Herzegovina quedan bajo gobierno Austria, Bulgaria ocupó el
este de Rumelia.
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Se
produce la guerra de Crimea (1853-1855) entre Rusia y Turquía, este último
recibe el apoyo de Inglaterra, Francia y Piamonte para impedir el avance ruso
sobre la región y el mar Negro. Francia
e Inglaterra declaran la guerra a Rusia para evitar que esta se expanda en los
Balcanes, mientras Austria y Prusia se mantienen neutrales. El choque más
fuerte se dio en la batalla de Sebastopol (1855), donde se da la derrota
zarista.
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Por
su inestabilidad e intromisión de las potencias es llamada “el polvorín de
Europa”, cuya chispa iniciará la Primera Guerra Mundial.
4.
OTRAS NACIONES:
4.1. INGLATERRA:
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La
“Época Victoriana” se distinguió por sus reformas económicas, políticas que a
la vez la convierte en potencia imperialista industrial, comercial y
colonialista.
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El
gobierno del primer ministro Robert Peel (1841-1846) hizo que la economía
volviera a estabilizarse, favoreciendo la difusión del comercio inglés para
todo el mundo y logró sentar las bases para la creación de un sistema bancario
moderno.
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Aplicando
las ideas del librecambismo, Peel abolió los aranceles sobre las importaciones
de trigo que habían impuesto los terratenientes ingleses.
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El
progreso tecnológico permitió reducir la mortalidad infantil, con el
consiguiente aumento del crecimiento demográfico.
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Los
levantamientos en Escocia e Irlanda, los cuales fueron vencidos, logran
gobiernos autónomos, pero como parte del Reino Unido (Gran Bretaña).
4.2. RUSIA. Tenían
un régimen Zarista; sistema político absoluto, aristocrático y feudal, dominado
por la nobleza terrateniente. Los campesinos y obreros en la miseria,
ignorancia y servidumbre, que a la vez originan grandes movimientos sociales,
como:
·
Los
“DESCEMBRISTAS” liberales que fracasaron.
·
La
rebelión de Polonia; que fue duramente reprimida.
·
Los
NIHILISTAS; terroristas, tratan de eliminar la nobleza, matándolos.
·
Los
movimientos obreros dirigidos por el Partido Social Demócrata, que se dividen
en Mencheviques (moderados) y Bolcheviques (radicales).
Pierde la
guerra con Japón, agudizándose así la pobreza y las luchas sociales.
4.3. JAPÓN:
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Para
mediados del siglo XIX, Japón desarrolló un proceso de cambios en diferentes
niveles de su sociedad, que transformará a este país, que mantenía fuertes
elementos feudales, en un país liberal e industrial.
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La
“Revolución Meiji, es el periodo, dentro de la historia de Japón, durante el
cual se establecieron reformas burguesas que modificaron considerablemente la
situación del país y aceleraron su desarrollo capitalista.
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El
proceso de las reformas Meiji (1868-1912), se dio con la imposición del
emperador Mitsuhito Tenno, quien buscó hacer las primeras reformas
político-económicas hacia la modernización e industrialización de Japón.
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Dentro
de las primeras medidas se dio la reforma monetaria, con el cambio de la moneda
del ryo al yen, adoptando el sistema del patrón de oro.
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El
cambio de régimen coincide con la llamada “revolución técnica” provocada por la
apertura de Japón hacia el extranjero.
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A
nivel educativo se establecieron una tecnificación en la educación, para cubrir
la mano de obra capacitada que era necesaria para la industrialización.
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